Conservación de los alimentos

Los alimentos son nuestra fuente de energía diaria, pero pueden descomponerse y perder su valor nutritivo. Por lo que a través de la historia humana se han utilizado técnicas para conservarlos en mejor estado.

Algunos alimentos como la leche, los huevos y frutas provienen en forma directa de los animales y las plantas; otros como el  yogur, las sardinas en lata  o los alimentos en conserva, son sometidos  a un proceso de conservación y elaboración natural.
Entre los métodos de conservación de los alimentos están:

• Secado o deshidratado: Es un método muy antiguo que consiste en poner las carnes o frutas al sol para que se les evapore el agua. En un ambiente seco mueren los germenes. Esta técnica también es utilizada en verduras y la leche.
  
• Salado y ahumado: Es un proceso en el que los alimentos se someten a la acción del humo por varios días, esta técnica ayuda a conservar mejor el sabor de las carnes y algunos  pescados.
  
• Enlatado: Es un método moderno que hoy en día se aplica a casi todos los alimentos. El proceso de enlatado se hace al vació después de haber calentado el alimento. La alta temperatura elimina microorganismos y el sellado impide que lleguen nuevos a contaminar el alimento.
  
• Refrigeración y congelación: Este método consiste en someter los alimentos a muy bajas temperaturas para impedir la proliferación de microorganismos. Cuando se congelan los alimentos se logra mantener intactas las propiedades de los alimentos durante meses.
  
• Conservación por medios químicos: Aunque es un método muy efectivo, los aditivos químicos, como el benzoato de sodio presente en jugos, yogur, aderezos y otros, también pueden ser perjudiciales para la salud, pueden provocar asma, enfermedad renal e hipersensible.
  

Al no  proteger los alimentos, pueden ser atacados fácilmente por microbios, como bacterias y hongos que los contaminan y dejan de ser comestibles.

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